Cristóbal Montoro imputado.

Los escándalos por corrupción siguen saliendo a la luz en nuestro país, aunque esta vez vienen de la mano del Partido Popular en la etapa del por aquel entonces presidente Mariano Rajoy.

Cristóbal Montoro (que ya desde pequeño era un niño la mar de envidioso), también quiere dejar su huella en la historia de la corrupción española y convertirse en otro sinvergüenza más en una lista que no parece tener un final, ni una ideología política de ningún tipo.

Parece ser que eso de que los socialistas y populares no se ponen de acuerdo ni en el color de la caca, en asuntos de pillajes y sustracciones del dinero del ciudadano funcionan en mejor sintonía que un equipo ruso de natación sincronizada.

Mariano Rajoy dice que algo se olía desde hace un tiempo. El expresidente (que en un primer momento no caía de quién era el tal Montoro del que se hacía mención), tras un buen rato haciendo memoria, ha reconocido que no pondría las manos en el fuego por Cristóbal (entre otras cosas por que lo de su época en el gobierno le importa un pito ya). No obstante, ha querido mandar un mensaje de calma a los españoles diciendo que su intuición le dice que no saldrán más escándalos por parte de su partido, que este es el último casi fijo. También ha querido dejar zanjado ya de una vez por todas el rumor que circula por el parlamento de que él es el famoso M punto Rajoy, del que tanto hablan. Ha desafiado a esos listillos que le quieren relacionar con ese nombre a que revelen, si tienen narices, el segundo apellido del tal eme punto. Acto seguido ha dicho que era una broma y que por favor dejen el asunto ya.