Historieta de humor de Melendi.

En una aparición de las menos esperadas por los mileniales (que si lo que suena no es reguetón, es una mierda), Melendi apareció este sábado como artista sorpresa en La Velada del Año en el Estadio de La Cartuja. Algunos pensaron que era un imitador con peluca, pero efectivamente, y para terror del público asistente, era el auténtico.

Hubo varias amenazas de suicidio por parte del público que fueron rápidamente subsanadas por la organización con la entrega de un micrófono con autotune para cada uno de los asistentes.

Entre canción y canción, el asturiano gritaba al público que ¡¡Viva la vida sana!!, pero nada más terminar su actuación le ha confesado a su grupo más cercano que la vida estando sereno es insoportable y cantar en un escenario estando sobrio es una mierda de las gordas.

Humor de Melendi.

El cantante, en su nueva vida, se levanta a las 8, hace pilates y desayuna avena… Y se tira discutiendo con los abuelos de su barrio todo el santo día, triste y aburrido como una mona.

El público, la gran mayoría, seguidores de Ibai y de los boxeadores amateur, ha pensado que el Melendi actual es un tostón de tío y que molaba más uno que salía antiguamente con rastas y que era gran jugador de póker. Ese sí era fantasía y no el muermo este. Pero aun así, lo han ovacionado como si fuera el rey del reguetón, porque, por suerte, ellos sí que van hasta el culo y todo les parece la ostia.

En mitad del espectáculo, una banda de asturianos que no pintaba mucho en el día de hoy se ha tocado el «Asturias patria querida» para celebrar el ascenso del Real Oviedo a primera división. En ese momento sí se ha notado una gran caída de público en las gradas, pero se ha vuelto a la normalidad en cuanto Melendi se ha largado para no volver.

En el camerino, la docena de fans que realmente ha ido al evento a verle exclusivamente a él, le ha suplicado que volviera a contar su mítica anécdota en el avión. El cantante ha manifestado no tener ni pajolera idea de esa historieta, ya que él, cuando monta en aviones, se toma su tila y no hace ruido ninguno.